El
Castillo Nuevo de Manzanares el Real se alza al borde
del río Manzanares, en el municipio de Manzanares el
Real, de la Comunidad de Madrid.
Fue
declarado Monumento
Histórico-Artístico en el año 1931 y es propiedad del Ducado
del Infantado, si bien su administración y uso ha sido cedido por
sesenta años, a la Comunidad de Madrid.
Su
construcción se inició en 1475, como palacio residencial de la Casa de Mendoza,
en las inmediaciones de una fortaleza primitiva, conocida como Castillo
viejo de Manzanares el Real, abandonada al construirse el nuevo
castillo.
El Castillo de los
Mendoza es de planta cuadrangular y está completamente construído en
piedra. Tiene tres torres circulares, decoradas con bolas de influencia
musulmana y un torreón de mayores dimensiones y forma hexagonal, la
Torre del Homenaje, que remata en una terraza, con matacanes y
almenas.
Además el conjunto con grandes ventanales de arcos de medio punto,
consta de un patio interior rectangular porticado y de dos galerías sobre
columnas octogonales. En el primer piso, se destaca la galería gótica
considerada como una de las más bellas en su tipo.
El castillo dispone de seis
plantas: planta baja, entreplanta primera, planta principal, entreplanta
segunda, galería alta y galería de cubiertas, además de un sótano. Todo el
castillo está circundado por una barbacana perimetral, con un único acceso, a
través de una puerta enmarcada por dos cubos, con matacanes de
piedra.
Las
dimensiones del cuerpo del Castillo, considerado como el mejor conservado de la
Comunidad de Madrid, es de 30 metros de lado y el diámetro de las torres en la
base es de 6.5 metros.
El Castillo de Olite fue construído en el
siglo XV por el rey Carlos III, apodado "El
Noble", como sede de la Corte de Navarra, sobre el
palacio viejo, convertido en la actualidad, en Parador de Turismo. Las obras se
realizaron, a partir de una serie de sucesivas ampliaciones, que le dieron su
aparente falta de cohesión.
Sin embargo, este palacio de estilo gótico, presenta dentro de su
variedad de rincones, una indudable belleza, donde los aspectos residenciales
han prevalecido sobre los defensivos y le han otorgado un lujo, que lo destacan
de otras construcciones, siendo considerado uno de los más bellos de la Europa
de esa época.
El Palacio de los
Reyes de Navarra está formado por estancias, jardines y fosos, rodeados
por altas murallas y rematados por numerosas torres. Se pueden diferenciar dos
recintos: el Palacio Viejo, convertido en Parador Nacional de
Turismo y el Palacio Nuevo.
El aspecto actual de las
galerías, estancias, dependencias, fosos y torres del Homenaje, de las Tres
Coronas, de los Cuatro Vientos y Atalaya dan muestra del lujo que tuvo el
castillo en los tiempos de Carlos III.
En el interior del castillo, se puede visitar el
patio de armas, las cámaras del rey y de la reina, la sala mudéjar, la galería
gótica y el jardín de la reina, construído a más de 25 metros del suelo. También
se destacan el patio de la morera y la "nevera" del castillo, un pozo de hielo,
empleado como sistema de refrigeración.
El Castillo de Olite fue declarado
Monumento Nacional en el año 1925. Su restauración comenzó a
partir de 1937, luego del gran deterioro sufrido por sucesivas guerras y un
incendio en 1813.
En la actualidad, su estado de conservación es muy bueno,
aunque se continúa con la restauración iniciada en el siglo XX. Sin embargo, la
riquísima decoración interior que revestía sus muros se ha perdido, al igual que
los jardines exteriores que lo rodeaban.
La estructura del Castillo de
Arteaga del municipio de Gautegiz, en la
provincia de Vizcaya, se destaca por la torre del
Homenaje y las dos torres de forma circular, que la rodean, construídas
en su estado actual, en el siglo XIX.
El castillo tiene una altura de 30
metros y consta de cuatro pisos recorridos en toda su extensión, por una
escalera en espiral. Sus muros están abiertos con vanos rematados en arcos
apuntados y su ornamentación muestra elementos de la cultura
árabe.
En la actualidad, está en buen estado de conservación,
puesto que fue destinado al uso como establecimiento hostelero, por lo que ha
sido totalmente restaurado.
El actual Castillo de
Butrón se eleva sobre un monte en medio de un bosque de robles y
es en gran parte, el resultado de su remodelación en el siglo XIX, guardando más
relación con las construcciones bávaras de dicha época, que con los castillos
medievales de la zona, a partir de uno de los cuales, fue erigido.
En los
alrededores del castillo puede disfrutarse de un hermoso parque lleno de
palmeras y especies exóticas. Durante algún tiempo fue destinado a funcionar
como un establecimiento hostelero, donde se ofrecían espectáculos de
ambientación medieval, pero luego fue rematado.
El Castillo de
Butrón ha sido declarado Patrimonio Histórico Español y depende de la
Diputación Foral de Vizcaya. Su origen data del siglo XI, cuando fue construído
sobre la antigua casa de los Butrón. Fue reconstruído por Nicomedes de Eguiluz,
a pedido de el Marqués de Cubas, quien diseño un plan inspirado en formas
góticas, nórdicas y fantásticas, que recién fue terminado a principios del siglo
XX.
Este castillo probablemente sea uno de las fortalezas más importantes de
Vizcaya, impactante por su gran solidez y enteramente realizado en piedra
labrada, lo que le permite presentar un muy buen estado de
conservación.
El Castillo de Coca, fortaleza de estilo gótico mudéjar,
situada en la localidad de Coca en Segovia, fue construído en
el siglo XV y representa el prototipo de castillo señorial castellano. Está
rodeado por un foso de 560 metros de perímetro, accediéndose al mismo, por un
puente fijo. Construído básicamente en ladrillo, empleado de modo decorativo, a
partir de la combinación de formas y colores.
La construcción consta de
dos recintos, uno exterior defensivo y otro interior cuadrangular con cuatro
torres. En la mayor de ellas, la Torre de Homenaje
se destaca la escalera de caracol. La puerta de acceso al castillo está
defendida por dos cubos de ladrillo. En el interior del mismo, en torno al
Patio de armas, se ubican las dependencias, flanqueadas por una
doble galería de columnas de mármol.
Su estado de conservación es bueno,
a partir de la restauración llevada a cabo por la Consejería de Agricultura
y Ganadería. Fue cedido a esta
institución, por sus propietarios, los Duques de Alba, a
condición de convertirlo en Escuela Hogar de Capataces
Forestales. No obstante, en la actualidad, también está destinado a uso
turístico.
El Castillo de San Javier , ubicado en la localidad de Javier, en
Navarra, consta de tres cuerpos, que fueron construídos, en
forma sucesiva y debe su nombre a haber sido lugar de residencia de San
Francisco Javier, cofundador de la Compañía de
Jesús.
Si bien la construcción de este castillo se remonta al
siglo X, sufrió varias reformas en los siglos siguientes, hasta aproximadamente
el siglo XV. La tradición de hospedar a los peregrinos, se reactualiza cada año,
en el mes de marzo, cuando se celebran las Javieradas, peregrinaciones a la
localidad de Javier.
Se accede al castillo de Javier por un puente levadizo y
cabe destacar el grado de conservación de las estructuras de defensa. Tiene
una Torre de Homenaje, que
sobresale del conjunto y otras dos torres menores en las esquinas. La famosa
torre del Cristo posee una capilla con un crucifijo gótico de
nogal, que es muy adorado.
El castillo de Javier está construído en piedra
labrada y ostenta un aspecto de estructura compacta. Junto al castillo, se alza
una iglesia neorrománica, que se integra al conjunto arquitectónico.
Practicamente en ruinas, a fines del siglo XIX, fue
restaurado en 1901, por los duques de Villahermoso, convirtiéndose en Casa museo
de San Francisco Javier y siendo donado a la Compañía de Jesús, su actual
propietaria. Declarado Bien de
Interés Cultural del Patrimonio Histórico Español, en la actualidad, se
encuentra en buen estado de conservación y está destinado a uso turístico.
A
principios de marzo, todos los años, el Castillo de Javier es sede de una
peregrinación, la Javierada, en honor del Patrono de Navarra. Se realizan desde
1940, los dos fines de semana que siguen al 4 de marzo y consiste en la
peregrinación a pie hasta el castillo, desde distintos puntos de
Navarra.
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