GASTRONOMIA Y TURISMO EN CASTILLOS MEDIEVALES

El Castillo de Cal Raich es parte de una fortaleza medieval ubicada en Montfalcó Murallat, en Lleida. Es un construcción del siglo XI, con muros de tres metros de grosor en el que los huéspedes pueden experimentar la paz y la tranquilidad del mundo rural. El conjunto monumental ha sido declarado Bien Cultural de Interés Nacional. Hoy en día es un hotel rural que se puede alquilar desde 300 euros un fin de semana y 750 una semana entera. 

El Castillo de Arteaga, está ubicado en la Reserva de la Biosfera del Urdaibai (Vizcaya). Es un castillo del siglo XIII que fue remodelado en el XIX por los arquitectos franceses Couverchef y Ancelet que lo reconvirtieron al estilo neogótico. Perteneció a los Emperadores de Francia. Al contrario que los castillos españoles defensivos, no se emplaza en una zona elevada sino en una llanura, rodeado de árboles y vegetación. En la actualidad alberga un hotel de lujo de 13 habitaciones, un restaurante que ofrece experiencias gourmet exclusivas y bodegas donde se ofrecen catas de vino. 

CASTILLO DEL BUEN AMOR

• De estilo renacentista, está ubicado en el término municipal de Topas, en Salamanca. Allí estuvo alojado Fernando II de Aragón y su nombre se debe a la amante del obispo de Ávila, Alonso Ulloa de Fonseca Quijada, que era el dueño del castillo en el siglo XV. Fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1931. Cuenta con estancias de diversos tipos, desde castellanas, decoradas con el estilo típico de la región, a medievales o incluso, suites en torreones.

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El Hotel Castillo de Monda es un Castillo magnífico en Monda, convertido en un hotel restaurante con mucho encanto. Situado a sólo 15 minutos del casco antiguo de Marbella y 30 minutos de Málaga el hotel es el sitio idóneo para bodas, eventos corporativos, fines de semana y también para pasar unas vacaciones relajadas 

Parador de Tortosa

Más de dos mil años de historia conforman el patrimonio de Tortosa, ciudad declarada Conjunto Histórico-Artístico. Asentada al paso del río Ebro, ya próximo a la desembocadura y al principio del delta, Tortosa goza del clima y el encanto mediterráneo. El Parador, situado en el impresionante castillo de la Zuda, mira a la ciudad desde lo alto, en un entorno que aúna la belleza monumental con los atractivos de los diferentes enclaves naturales que lo rodean. En el confortable hotel podrás disfrutar de piscina de temporada, un acogedor comedor con ventanales góticos, cómodas habitaciones y magníficas vistas a la ribera del Ebro en su tramo final.

En Tortosa descubrirás una ciudad con encanto especial, la bella Catedral de Santa María, el Barrio Judío, los Jardines del Príncipe con escultura al aire libre del escultor Santiago de Santiago, o los Colegios Reales, forman parte de los preciosos rincones que ofrece. Una ruta a pie o en bici por las murallas y fortificaciones, empezando en el Parador y pasando por las Avanzadas de San Juan , el Paseo de Ronda, la Plaza de la Cinta o el antiguo puente del tren que da inicio a la Vía Verde, supone una magnífica opción para descubrir Tortosa.

Sus calles, el patrimonio histórico y artístico, los paisajes que regala la vega del Ebro, y también su gente, la gastronomía y las fiestas, hacen que la ciudad sea única. Si te acercas a Tortosa durante la segunda quincena de julio vivirás la fiesta del Renacimiento, en la que participan miles de ciudadanos vestidos de época y se suceden espectáculos diarios por las calles, transportándote a la Tortosa de hace más de quinientos años.

Parador de Sigüenza

Castillo medieval del siglo XII, instalado en una alcazaba árabe. Firmeza y esplendor caracterizan a esta regia fortaleza con nueve siglos de historia en sus piedras.

El Parador de Sigüenza es un imponente castillo medieval del siglo XII instalado en una alcazaba árabe y edificado sobre un asentamiento romano, este imponente castillo fue residencia de obispos, cardenales y reyes.Alojamiento ideal que invita a disfrutar de una ciudad milenaria, donde las piedras hablan de historia, tradición y leyenda. Ambiente medieval, la Edad Media se manifiesta en todas las estancias, tanto en salones, como en bar y restaurante. El tradicional mobiliario castellano del hotel se expone con gusto en las amplias y acogedoras habitaciones, algunas con camas adoseladas que te harán sentir como en aposentos de un auténtico palacio. Entre los gruesos muros de piedra aparecen el patio empedrado, un señorial comedor,  salones ideales para reuniones y celebraciones y la capilla románica del siglo XIII.

Castillo de Jarandilla de la Vera (Cáceres), de los celtíberos a los Condes de Oropesa

Los orígenes de Jarandilla de la Vera se remontan casi desde la Prehistoria y tanto los árabes como los romanos y visigodos han ido dejando huella en ella. El Castillo fue construido en el siglo XIV por orden de los Condes de Oropesa. Quizás el hecho más relevante es que el Rey Carlos I y V de Alemania estuvo parte de sus últimos días en la residencia en 1556 que por aquel entonces era de los Condes de Oropesa antes de ir a descansar al Monasterio de Yuste.

A partir de 1834 el conjunto pasa a formar parte de Jarandilla tras la desaparicición del Antiguo Régimen. Y posteriormente se une a la Red de Paradores de Turismo Nacionales.

Al igual que otros rincones de España, Cáceres posee una "cocina de sierras y valles" adaptada a la temporalidad de cada producto y ofrecer así lo mejor en cada momento. Un ejemplo representativo de ello son los platos que nos ofrecen este Parador:

Si al ver la carta nos decidimos por unos entrantes podemos decantarnos por:

• Ensalada de Pimientos.
• Ensalada de Berros.
• Pimientos Verdes Fritos.
• Pimientos Verdes Rellenos de Bacalao o Ternera.
• Gran variedad de Sopas: de Patatas, de Menudillos, de Jamón, las denominadas "Emripingás de Castañas", "Ajopan" o "Canas".

Como platos principales...

• Cangrejos al Pimentón de la Vera.
• Cabrito asado, frito o en caldereta.
• Bacalao al Estilo de Yuste.
• Tasajo de Cabra.
• Guisados de Liebre
• Patatas "Aborregás".
• Tortilla de "Rabiacanes"

Y de nuevo, para finalizar una gran comida, selección de postres como:

• Leche Frita.
• Gañotes.
• Pestiños.
• Piñonate.
• Borrachuelos.
• Membrillos.

 

Castillo de Santa Catalina, de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jaén, Guarda y Defendimiento de los Reinos de Castilla

Situado en Jaén, los primeros restos de construcción defensiva que se hallaron datan de la época de los íberos pero sería tras la conquista de la ciudad, liderada por el rey Fernando III El Santo (de nuevo), cuando se construiría la actual edificación que conocemos hoy en día.

Tal fue su importancia con el paso del tiempo que se declaró Monumento Histórico Artístico en 1931. En 1965 se construye el actualParador Nacional de Jaén sobre los restos arquitectónicos ocultando gran parte de los mismos tras las obras.

         

Bien se sabe que la oferta gastronómica de Jaén no tiene límites. Desde una sencilla pipirrana pasando por un buen cocido hasta un gran guiso de carne de caza mayor es lo que nos podemos encontrar en este Parador-Castillo (entre otros) y con buenos ejemplos nos lo argumentan:

Podemos encontramos entrantes como:

• Pipirrana.
• Ensaladas de cardo o de tomate.
• Salpicones de melón, de pepino o de perdiz.

O si se prefiere pasar directamente al plato principal, nos deleitan con:

• Pistos.
• Cocidos.
• Pimentón de Bacalao.
• Cachorreñas.
• Collejas.
• Andrajos, Tortas Gachas o Calandrajos.
• Bacalao relleno con nueces o en escabeche.
• Carne de caza mayor: venados y jabalíes en adobo, con membrillo o con tomate.
• Alcachofas con Pelota y Salsa de Almendras.

Y si hay sitio para el postre, nos endulzamos con:

• Alfajores.
• Pestiños.
• Buñuelos.
• Piñonantes.
• Natillas.
• Crema Catalana.
• Brazo de Gitano relleno de Tocino de Cielo.
• Quesada Pasiega con Chocolate Templado.

Castillo de Almodóvar (Córdoba), remontándonos a Al-Ándalus

Siguiendo la línea de los enclaves militares y las fortalezas nos encontramos con el Castillo de Almodóvar, situado en Córdoba fue construido por los árabes en el año 740. Fue a partir de 1226 cuando pasaría a la población cristiana de parte del Rey Fernando III El Santo.

En el siglo XIX el Castillo se encontraba en un estado lamentable consecuencia del deterioro con el paso del tiempo, por este motivo el XII Conde de Torralva junto con el arquitecto D. Adolfo Fernández Casanova deciden restaurarlo en 1901 pese al gran coste económico que conllevaba. Alrededor de 800 operarios estuvieron implicados en la obra durante aproximadamente 36 años, prácticamente todo el pueblo estuvo trabajando para recuperar parte de su historia perdida.

Actualmente el Castillo de Almodóvar pertenece al Marqués de la Motilla, y es uno de los más visitados de la provincia.

En el centro de la emblemática construcción nos encontramos con la Taberna del Castillo dónde ofrecen desde la comida típica regional (Salmorejo, Carrillada, Flamenquines y Croquetas de Almodóvar) hasta la cocina teatralizada que se servía en la época medieval (precio aproximado 22 euros).

Otra de los servicios que ofrece este Castillo es la posibilidad de reservarlo de forma exclusiva para un evento ya sea para bodas, bautizos o reuniones familiares.

Palacio Real de Olite (Navarra), capricho del mundo según William Shakespeare

Cuentan que la primera población que se asentó en Navarra fue en la época del Paleolítico, hace más de 15.000 años, pero no se pondría la primera piedra destinada a construir el aclamado y reconocido muro hasta el período romano, cuyo fin era proteger a la "civitas" de los ataques.

Su máximo período de esplendor llegaría en los siglos XII y XIII cuando los monarcas navarros decidieron fijar su residencia en el Castillo de Olite, se correspondía con el reinado de Carlos III llamado "El Noble" por su templanza y sabiduría (entre otras virtudes). La ciudad progresó gracias a los avances proporcionados por la agricultura, mejora las vías públicas, desarrollo de la cultura y del arte.

Después de su mandado no llegarían más que desórdenes y guerras provocando una gran inestabilidad en el territorio pero que finalizaría posteriormente con la unidad en todos los reinos de España gracias a Fernando, Rey de Aragón y de Castilla.

El Castillo (o Palacio Real) de Olite se edificó en tres partes claramente diferenciadas, por un lado tenemos las ruinas de la Capilla de San Jorge, por otro el Palacio Nuevo construido en el siglo XV (cuyas obras fueron impulsadas por el Rey de Navarra Carlos III el Noble y su mujer Doña Leonor de Trastámara), y finalmente, el Palacio viejo que es el actual Parador Nacional.

Como dice el proverbio "Olite y Tafalla, flor de Navarra", ambas contienen una gran variedad de productos típicos regionales, sinfonías de sabores y sobre todo, una gran cocina llena de matices que satisface el estomágo de cualquier viajero curioso y hambriento.

Se dice de Navarra que es la cátedra y el paraíso de los gourmets, prueba de ello es lo que nos ofrece salido de sus fogones el Parador de Olite como los entrantes:

• Pochas Estofadas con Paloma.
• Pimientos del Piquillo.
• Cardo con Almejas (o Tuétano).

O platos principales donde se puede elegir entre:

• Ajoarriero de Bacalao con Caracoles.
• Truchas de Navarra.
• Besugo con Patatas y Pimientos.
• Merluzas
• Kokotxas
• Cordero al Chilindrón.
• Guisos de Liebre.
• Perdiz con Almendras.
• Medallones de Ciervo.
• Estofados (de Cabrito asado o de toro).
• Muslos de pato.
• Conejo con Caracoles.
• Rabo de Buey.

Y si todavía hay sitio para el postre:

• Cuajadas.
• Leche Frita.
• "Alpargatas" de Peralta.
• Compota Ribereña.
• Coronillas de Pamplona.

Castillo de Baiona (Pontevedra), testigo de innumerables batallas 

Situada al Sur de la Ría de Vigo, en Pontevedra, Baiona fue bautizada por Diómedes como Erizana en el siglo II A.C. Anteriormente el pueblo gallego había construido la fortaleza en lo alto del Monte del Buey (Monte do Boi). Desde entonces con el paso de los años el Castillo de Baiona ha sido objetivo de múltiples guerras pues se consideraba un emplazamiento estratégico clave desde el punto de vista militar. Consecuencia de este hecho tanto romanos como franceses, musulmanes, portugueses e ingleses libraron grandes combates para hacerse con él. Y algunos lo consiguieron, aunque siempre temporalmente.

También ha sido testigo de reconquistas llevadas a cabo por las tropas castellanas, como la de los Reyes Católicos, y fue el primer país europeo en presenciar el Descubrimiento de las Américas (1 de marzo de 1493).
En 1859 se decreta una Real Orden por la que deja de ser una fortaleza militar y en 1872 el Estado lo subasta. Posteriormente es adquirido de nuevo por el mismo en 1963 y empieza a formar parte de la Red de Paradores de Turismo Nacional en 1966.

El Parador Conde Gondomar posee una oferta gastronómica propia de la cocina tradicional gallega como son el pulpo o la tenera gallega. Cuenta con dos restaurantes, por un lado el Restaurante Torre Príncipe cuya especialidad es el Lomo de Lubina Salvaje con Navajas sobre Esencia de Grelos y por el otro tenemos al Restaurante Enxebre A Pinta (sólo abierto en verano) con su Arroz con Bogavante como plato estrella.

También albergan en la carta entrantes como:

• Zamburiñas al horno con Vinagreta de Tomate y Cebolleta.
• Empanada gallega.
• Pulpo a Feira con Cachelos.
• Productos del mar: Almejas, Berberechos, Mejillones, Vieiras, Langostas, Nécoras, Centollos, Ostras, Cigalas y Camarones (entre otros).

Y como platos principales:

• Merluza a la Gallega con su Ajada y Cachelos.
• Solomillo de Ternera gallega con salsa de queso San Simón y Pastel de Patata.

Finalmente, los postres:

• Filloas rellenas de Compota de Manzana y Caramelo de Queimada.
• Cañitas de la Aldea rellenas de Crema a la Vainilla.
• Pastel Templado de Chocolate y Nueces con Helado artesano y Salsa de Mango.